Pavlov demostró que podemos alterar los estímulos que provocan actos reflejos; véase en los perros, que siempre han respondido mediante salivación al estímulo de la comida, este también se puede alterar mediante el número suficiente de repeticiones, hasta que este estímulo neutro pase a ser condicionado, como la campana.
También podemos observar este fenómeno en el determinado efecto placebo, que no es ni más ni menos que otra vez la alteración de un estímulo; se eliminaría la sustancia de una pastilla para comprobar como el paciente parece sentir mejorías, esto es debido a que siempre que se ha tomado una pastilla (estímulo neutro: la cápsula del medicamento) se ha habido una mejoría sin la sustancia.
Muchas veces se ha hablado de que el amor hacia los padres en una razón biológica que es directamente conexa. De nuevo Pavlov con su experimento de muestra que esta afirmación es errónea por completo debido a que el amor existe tanto enpadres biológicos como adoptivos.
Cabe destacar la existencia de la aversión al sabor, que ocurre cuando asociamos el que un alimento nos siente mal (o nos pongamos malos y supongamos que ha sido el alimento) a que nos va sentar mal de por vida, y encabezamos un rechazo (crónico o no) hacia este alimento.
Finalmente podemos encontrarnos casos como que en una primera cita un alimento enferme a nuestra pareja, y esta haga una falsa relación creyendo, que la culpa no es de la comida, sino de tu comida en particular.
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